El concepto de agronegocio fue introducido en la década de los cincuenta por dos profesores de la Universidad de Harvard (Ray Goldberg y John Davis), en su artículo denominado “A Concept of Agribusiness” (1957); trabajo que sentó las bases para la transformación del enfoque de Organización Industrial – de la economía agrícola tradicional -, hacia un enfoque centrado en el agro-negocio.
Los autores definen el concepto de agronegocio (“agribusiness”), como “la suma de las operaciones de fabricación y distribución de insumos para la agricultura, las operaciones de producción en las unidades agrícolas, las operaciones de almacenamiento, procesamiento y distribución de los p roductos agrícolas y demás ítems producidos a partir de ellos”.
En la década de los sesenta, Goldberg introduce su denominado enfoque de sistemas – “Commodity Systems Approach” (1968) – o enfoque de la Escuela de Harvard. Este planteamiento reafirma la concepción de que la agricultura involucra una sucesión de etapas productivas, desde la producción de los insumos hasta el producto terminado; por tanto, debe ser entendida como un sistema amplio donde no sólo participan los productores agrícolas, sino también los proveedores de insumos, las agroindustrias y los segmentos de distribución y comercialización. De esta manera, el enfoque de Harvard propugna un análisis mesoanalítico y sistémico de los estudios de sectores agrícolas.
Empleando también un enfoque de sistemas, surge posteriormente el planteamiento de la Escuela Francesa de Organización Industrial, que introdujo el concepto de “analyse de filiéres” o Cadena de Producción Agroindustrial (CPA). La diferencia de este enfoque radica en que su análisis parte del producto final en dirección a la materia prima que le dio origen, mientras que en el enfoque de Goldberg, el análisis parte en sentido contrario. Por otro lado, al igual que el enfoque de la Escuela de Harvard, el enfoque francés enfatiza el carácter sistémico en los estudios de cadenas productivas (Oliveira y Kliemann, 2000).
Para entender a los agronegocios y conocer las oportunidades de negocios se debe partir del análisis de la cadena productiva, concebida como un subsistema del agronegocio (por tanto se puede afirmar, que el agronegocio se compone de muchas cadenas productivas). Una cadena productiva está formada por eslabones que vinculan a los proveedores de insumos básicos para la producción, las fincas y agroindustrias con sus procesos productivos, las unidades de comercialización mayorista y minorista y los consumidores finales, todos ellos conectados por flujos de capital, materiales e información (Gomes, Lima y Pedroso, 2002).
Según Zylberstajn (1995), las cadenas de agronegocios – como él las denomina – son operaciones organizadas de forma vertical, recorridas por un producto desde su producción, hasta su elaboración industrial y su distribución, y que pueden ser coordinadas vía mercado, o a través de la intervención de diversos agentes a lo largo de la cadena, los cuales contribuyen o interfieren de alguna manera en la elaboración del producto final.
Cillóniz, Grozo, Riva y Guzmán (2003) introducen un concepto más amplio. Según los autores una cadena productiva o cluster es: “una concentración sectorial o geográfica de empresas que se desempeñan en las mismas actividades o en actividades estrechamente relacionadas – tanto hacia atrás (hacia los proveedores de insumos y equipos) como hacia delante y hacia los lados (hacia industrias procesadoras y usuarias así como a servicios y actividades estrechamente relacionadas) – con importantes economías externas, de aglomeración y especialización (por la presencia de productores, proveedores y mano de obra especializada y de servicios anexos específicos al sector) y con la posibilidad de llevar a cabo una acción conjunta en búsqueda de eficiencia colectiva. La eficiencia del conjunto del complejo es mayor a la de cada empresa aisladamente por las externalidades que genera cada empresa para las demás; es decir, la acción de cada empresa genera beneficios tanto para si como para las demás empresas del complejo”.
Teniendo en consideración todos estos alcances podría afirmarse que el enfoque de cadenas productivas es útil para analizar y comprender los complejos procesos de la producción y los cuellos de botella que afectan el desempeño (ya sea de la cadena como un todo o de cada uno de sus componentes), evaluando variables como la eficiencia, la calidad de los productos, la competitividad, la sostenibilidad y la equidad. Por estas razones el enfoque de cadenas productivas ha cobrado gran aceptación en los campos sociales, económicos, biológicos, gerenciales y tecnológicos, y se ha extendido a un gran número de profesionales y de instituciones.
La cadena de valor es lo que da competitividad a la cadena. Es decir, se tiene que generar valor e innovación a lo largo de la cadena. Actualmente se habla de las cadenas sustentables lo cual involucra la participación de mucho más actores. (elaborado en base a lo publicado en el siguiente enlace http://www.biblioteca.udep.edu.pe/BibVirUDEP/tesis/pdf/1_108_185_67_1005.pdf)
Material de clase:
Prospectiva-Empresarial_Sesión-1.0
Prospectiva-Empresarial_Sesión-1.1
Prospectiva-Empresarial_Sesión-2.0
Prospectiva-Empresarial_Sesión-2.1
Agronegocios y modelos de negocios
MODELO DE ANÁLISIS DE CADENA:
EMPRENDIMIENTO SOCIAL ENLACES:
https://www.forbes.com.mx/30-promesas-de-negocios-emprendedores-sociales/