A nivel global existen materias primas, principalmente, cereales que son claves en la alimentación de las personas como el arroz, el trigo y el maíz. Paralelamente, existen países y empresas multinacionales que manejan tanto la demanda como la oferta de estos granos. Esta situación le permite manejar los precios en función de intereses geoestratégicos y forma parte del nuevo orden económico mundial.
La hambremia o epidemia del hambre que se observa a nivel global, en muchos casos responde a intereses geoeconómicos de los países que se disputan el liderazgo hegemónico. No es casualidad que el desperdicio y pérdida de alimentos sea suficiente para sacar del hambre a la población que hoy no tiene como alimentarse. Así como es perverso e inmoral saber que en pleno siglo XXI todavía un promedio de 8 niños menores de 5 años mueran de hambre cada minuto.
Pablo Saravia Tasayco 